Turismo natural
Pisá del Caballo
Aunque no es un monumento físico, el paraje de la Pisá del Caballo fue declarado, en 2005, Parque Periurbano de Conservación y Ocio por la Junta de Extremadura, con una superficie declarada de 19.000 m2
El nombre del lugar obedece a una leyenda conservada en el pueblo sobre el origen del manantial, que existe, tiene forma de herradura y el agua que fluye es ferruginosa. Se encuentra cerca de la población, en la ribera del arroyo de Martín Gil, en las faldas del cerro de la Buitrera, un monte de 1.032 metros de altitud.
Se trata de un espacio natural protegido, con un microclima único, de gran valor medioambiental. Entre las especies de fauna con las que cuenta destacan aves como el buitre negro, la cigüeña negra y el águila imperial ibérica. Cuenta con diversas instalaciones, entre las que están un Aula de la Naturaleza, un Centro de Interpretación de la flora y la fauna de la comarca de Tentudía, con datos pluviométricos de los pueblos que la componen, un observatorio de aves, un merendero y una piscina natural.
Cuenta la leyenda que…
En la lucha del maestre de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa, durante la expulsión de los sarracenos del sur de la península, y después de una larga jornada de batalla, se hallaban las tropas vagando, sedientas, por el entorno de Cabeza la Vaca. Exhaustas por la sed y el cansancio, se movían lentamente, por lo que, ante el temor de ser alcanzados por las huestes moriscas, el maestre rogó al cielo que obrase un milagro, que apareciera agua para calmar a sus soldados; su petición le fue concedida, y en una de las huellas de los pasos de su caballo, sobre una roca, comenzó a brotar agua de ella, clara y cristalina, que enseguida fue aprovechada para saciar a las vehementes hordas, quienes rápidamente recobraron fuerzas para la marcha y la lucha. Todo esto cuenta la leyenda que ocurrió en el paraje que por ello tomó el nombre de “Pisá del Caballo”, y en el que puede verse claramente el manantial con forma de herradura sobre una roca.

Desde lo más alto
La presencia de las últimas estribaciones montañosas de Sierra Morena en el sur del término municipal de Cabeza la Vaca, con altitudes superiores a los 1000 metros, junto con las formas más suaves, aptas para el desarrollo de la encina y el alcornoque, configuran un medio natural que se caracteriza por la existencia de una variedad de ecosistemas que enriquecen su valor ambiental y paisajístico.
Así la zona del sur, formada por la Sierra de la Pedrera, los Cortinales, Cerro de la Fontanilla, la Buitrera, los Palancares y las Contiendas, junto con el cercano Monte de Tentudía, constituye una barrera capaz de retener los frentes atlánticos, lo que permite el desarrollo de especies como el roble melojo y el castaño; además de éstos, nos encontramos con especies como jaras, jaguarzos, madroños, tomillo, etc., mezclados con encinas, olivos, alcornoques, pinares, higueras y vides. Todo esto origina un paisaje de gran belleza y majestuosidad.

Abundantes manantiales
Paseando por los valles de estas sierras aparecen arroyos y riachuelos: Rivera Ardila, Arroyo la Vaca, Arroyo de Astileros, etc., muchos mantienen sus caudales durante todo el año, lo que permite la presencia de especies piscícolas de gran valor, (carpa, pardilla, colmilleja, etc.). En las zonas más llanas, podemos ver huertas de carácter familiar, donde existen construcciones típicas (casas, albercas, fuentes…)
Todo este medio cuenta además con formaciones rocosas, áreas de matorral y árboles de gran tamaño encajados en barrancos, que por sus condiciones naturales sirven de hábitat a especies de enorme valor ecológico (buitres, águilas, milanos, jabalíes…). También cabe destacar, tanto por su valor estético como ecológico, las interminables paredes de piedra que separan las fincas, así como las pequeñas charcas y las abundantes fuentes y pilares que albergan fauna y vegetación.

Flora y fauna
FLORA
Este municipio se encuentra entre campos de encinas, olivos y castaños, rodeado de sierras que definen su entorno natural y la forma de vida de muchos de sus habitantes.
El clima es mediterráneo, como su vegetación, pero claramente matizado por el clima atlántico, manifiesto sobre todo en invierno, estación en la que se recogen las lluvias más elevadas (850 mm de pp. de media), en unas precipitaciones serenas, con escasos episodios violentos. Prueba del matiz atlántico es la presencia en la vegetación de robles y castaños. En verano las temperaturas son altas, típicas del clima mediterráneo, pero las auras atlánticas hacen su presencia refrescando las noches.
La flora del entorno de la localidad está compuesta por bosques de encinares, superficie agrícola y prados artificiales, dehesas, alcornocales, bosques mixtos de frondosas, bosque de melojares, bosque y plantaciones de castañares, cultivos con arbolado disperso, herbazal, prado, bosque mezcla de coníferas y frondosas, matorral, prado con sebes, bosque de madroñales, bosque plantación de pinares de pino piñonero, bosque plantación de pinares de pino pinaster, y bosques ribereños.
FAUNA
Paseando por los valles de estas sierras aparecen arroyos y riachuelos, muchos mantienen sus caudales durante todo el año, lo que permite la presencia de especies piscícolas de gran valor: carpa, pardilla, colmilleja, etc.
Todo este medio cuenta además con formaciones rocosas, áreas de matorral y árboles de gran tamaño encajados en barrancos, que por sus condiciones naturales sirven de hábitat a especies de enorme valor ecológico: buitres, águilas, milanos, jabalíes, etc.
- Anfibios: Rana común, ranita meridional, gallipato, salamandra común, sapillo pintojo ibérico, sapo corredor, sapo de espuelas, tritón ibérico.
- Aves: Rabilargo o mohíno, abejaruco europeo, abubilla, agateador común, águila culebrera, águila o aguililla calzada, alcaudón común, arrendajo, avión común, azor común, búho chico, búho real, busardo ratonero, cárabo común, carbonero común, chochín, chotacabras pardo, cigüeña blanca, cigüeña negra, cogujada común, cogujada montesina colirrojo real, cuco común, cuervo, curruca cabecinegra, curruca capirotada, curruca zarcera, escribano soteño o escribano de garganta, estornino negro, gallineta común, polla de agua, pollona negra, garza imperial, gavilán común, golondrina común, golondrina dáurica, gorrión común, herrerillo capuchino, jilguero, lavandera cascadeña, lechuza común, milano negro, milano real, mirlo común, mito, mochuelo común, mosquitero ibérico, mosquitero ibérico, oropéndola europea u oriol, paloma doméstica, paloma torcaz, pardillo común, perdiz roja, petirrojo europeo, picogordo, pico menor, pico picapinos, pinzón vulgar, pito real, roquero solitario, ruiseñor bastardo, ruiseñor común, tarabilla común ,torcecuello, tórtola europea, trepador azul, triguero, vencejo común, verdecillo, verderón europeo o verderón común, zorzal charlo.
- Invertebrados: Agabus bipustulatus, agabus brunneus, berosus affinis, ciervo volante, helochares lividus, hydraena stussineri, laccobius y tenensis, araña toro o araña negra de alcornocal, stictonectes optatus.
- Mamíferos: Conejo común, liebre ibérica, zorro, meloncillo o mangosta común, murciélago común, murciélago de borde claro, murciélago de Cabrera, murciélago de cueva, murciélago grande de herradura, murciélago hortelano, murciélago mediano de herradura, murciélago mediterráneo de herradura, murciélago pequeño de herradura, murciélago rabudo, murciélago ratonero grande, murciélago ratonero gris, murciélago ratonero pardo, nóctulo mayor, nóctulo pequeño, rata común, rata de agua, ratón casero, ratón moruno.
- Peces continentales: Cacho, calandrino, pardilla, barbo andaluz, colmilleja.
- Reptiles: Culebra bastarda, culebra de herradura, culebra viperina, culebrilla ciega, lagartija cenicienta, lagartija colilarga, lagartija ibérica, lagarto ocelado, lagarto ocelado, salamanquesa común, víbora hocicuda, galápago leproso.